Últimamente, quizás de un año para acá, está ocurriendo en el panorama marketero una cosa curiosa. El área de trabajo de marketing es verdad que es muy amplia y sus límites son difusos, de manera que un profesional que quiera dedicarse a ésto debe sí o sí tener un perfil multidisciplinar. Un poquillo de diseño, algo de retoque, saber defenderse en copy, además claro está de tener sólidos conocimientos para poder elaborar un plan de marketing de los de toda la vida.

A esto ha venido a sumarse para terminar de liarla el marketing digital, que además de crear nuevos puestos de trabajo como el community manager, ha desatado una especie de frenesí terminológico en el que ROI, SEM, SEO, lead, inbound, Ads, se mezclan en un mejunje para muchos totalmente incomprensible. Pincha aquí si eres de los que está hasta el moño de tanta palabrita y quieres aclararte con lo que es cada cosa. 🙂

Pues bien. Aceptado pulpo como animal de compañía, cada día me encuentro en mi buzón de correo con ofertas de empleo delirantes que, literalmente, piden la luna. Por ejemplo:

Buscamos especialista en marketing digital. Imprescindible:

Recién licenciado en Marketing, Publicidad, o similar.
Especialización en marketing digital
Experiencia en redes sociales
Alto nivel inglés (mínimo C1)

Conocimientos de diseño gráfico (Illustrator, Photoshop, InDesign)

Experiencia en campañas de SEM y sólidos conocimientos de SEO

Herramientas de analítica web

Manejo de gestores de contenido (Joomla, WordPress)

Redacción y creación de contenidos para blog y newsletter


Experiencia mínima 3 años en puesto similar

Recién licenciado y con tres años de experiencia. Oye, que puede ser. Sigo leyendo mientras empiezo a tener calores y me abronco a mí misma por organizarme tan mal. ¿Estudiar, trabajar, aprender inglés, diseño y copywriting mientras gestiono las redes sociales de alguna empresa y hago SEO y SEM? Maldita sea, ¿porqué tendré que comer y dormir? Pero ahí no acaba todo.

Valorable:

Conocimientos de programación

Idioma comunitario adicional

¡Venga ya!

Y sigue.

Actitud proactiva, organizado y dinámico, que busque la perfección y con ganas de aprender.

¿Aprender qué??? Si ya lo sabe todo. ¿Y cómo va a ser dinámico?? ¡Si tiene que estar agotado!!

Es como pedir un cardiólogo, un arquitecto y chef, todo en uno y que encima toque las castañuelas.

¡Ah! Y sueldo negociable según valía. ¿Según valía? Si cumple con todos los requisitos, ¡vale su peso en oro!

Ante este escenario, el marketero tiene dos opciones: O largarte al pueblo a cultivar repollos y criar cabras, mientras amasas tu pan y por las noches lees frente a tu chimenea “El huerto ecológico para dummies” (Tentador, ¿verdad?) O te especializas y eres bueno, muy bueno, en lo tuyo. Porque sinceramente, esto acaba de empezar. Y es imposible querer abarcar todo, no se consigue y sólo acarrea frustración y desencanto.

El mundo 2.0 en los próximos años va a crear 20 nuevos puestos de trabajo. ¿Crees que la empresa está preparada para entender y discernir qué tipo de profesional necesita?

[bctt tweet=»La clave para destacar y crear una reputación de marketero cualificado es la especialización. Tu superpoder es aquello que te apasiona y que aporta un valor a los demás, a tu cliente o a tu empresa.» username=»sandra_copy»]

El marketing, en vez de definir sus fronteras, cada vez las diluye más y la ambigüedad entre los puestos de trabajo se hace cada vez más grande. Pero la solución no está en pedir lo imposible, sino en reflexionar cuáles son mis necesidades como empresa, qué es lo que realmente requiere una inversión y esfuerzo mayor y una vez lo tenga claro, buscar el mejor profesional para ello.

A mí me ha costado muchísimo entender que no se puede ser un marketero orquesta. Puedes tocar tres o cuatro instrumentos realmente bien, pero en el resto, desafinas seguro. Y así es imposible hacer un buen trabajo. Escribo desde que que era una cría, para mí es algo fácil, las palabras salen de mis dedos prácticamente sin esfuerzo, es algo natural en mí. Por eso nunca le dí importancia. Por eso nunca creí que realmente podía dedicarme a ello. Pero Superman tampoco hace ningún esfuerzo para volar, ¿verdad?

Elige. Busca en tu interior y encuentra aquello que te apasiona, lo que más te gusta, lo que harías sin que te pagaran. Y a por ello.

¿Tú también escribes? ¿O te va más el diseño? ¿Cómo te diste cuenta de que querías dedicarte a ello? Cuéntame y moriré de ilusión. 🙂

Post Author: sandra

2 Replies to “Marketero, ¿cuál es tu superpoder?”

  1. Siiii, creo que es fundamental, todos tenemos un superpoder, sólo hay que ser consciente de cuál es. ¡Gracias Javi!

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