Mike miró a su alrededor, buscando algo de beber. Aquella fiesta era un muermo. 

Acababa de llegar de Nueva York, no conocía a nadie, la música era pésima y lo peor de todo, la cerveza estaba caliente. 

Mike no sabía que estaba a unos minutos de que su vida cambiara para siempre. 

 

A su lado, junto a la barra, había un tipo que parecía igual de  aburrido que él. El tipo le miró y dijo, “vaya mierda de música”. Mike contestó, “no sé qué es peor, si la música o la cerveza”. El tío se llamaba Mark. Y empezaron a hablar. 

¿Y de qué hablan dos tíos que acaban de conocerse en una fiesta? 

No, no, no, de eso se habla cuando ya llevas unas cuantas cervezas de más o estás en un vestuario.

 

No. Para romper el hielo, hablan de la pasta que se gastan en cuchillas de afeitar. 

 

Y llegan a la conclusión de que ambos tienen el mismo problema. Tienen que afeitarse, porque el rollo hipster no les va. Y las cuchillas valen un ojo de la cara.

Si ellos dos tienen ese problema, seguro que muchos más tíos también lo tienen. 

En aquella misma conversación, se dieron cuenta de otra cosa: era un asco ir a comprar cuchillas de afeitar. Un peñazo total. Algo que siempre se te olvida.

Sería una pasada recibir las cuchillas en casa.

 

Y así es como empezó Dollar Shave Club. Una startup cuya misión es que dejes de pagar por shave tech que no necesitas y con una promesa muy clara: Por un dollar al mes, recibes 5 cuchillas de afeitar de calidad right to your door.

 

¿Te quiere cambiar la vida? ¿Conseguir la paz mundial? ¿Que los pingüinos sigan disfrutando de los casquetes helados? (Sí, es un chiste fácil, pero no he podido evitarlo)

No. Que tener cuchillas de afeitar sea fácil y barato.

Y en 2011 salen al mercado. ¿Diseño? ¿Tecnología? ¿Flipadas? No. Una idea. La idea. Y su promesa de marca.

Echa un vistazo a su primera web, pagada de su propio bolsillo.

 

https://web.archive.org/web/20111229150828/http://www.dollarshaveclub.com/

 

Espectacular, el diseño, ¿eeeeh??

 

En marzo de 2012, se enfrentan a su primera ronda de financiación. En ese momento ya tienen suscripciones, pero están lejos de probar que su modelo de negocio funciona. 

Necesitan una acción que les dé a conocer. Y Mike tiene una idea. En Nueva York, mientras estudiaba, había hecho un curso de improvisación, siempre le ha gustado la comedia y propone hacer un vídeo. Le cuesta un mes escribir el guión y finalmente lo graban en unos almacenes.

 

Steve Jobs decía que la creatividad no es otra cosa que conectar cosas. Vaya si tenía razón.

 

El 6 de marzo lanzan su vídeo en YouTube con el título “Our Blades Are F***ing Great”, realizado con un presupuesto de 4.000 dólares. En el vídeo, Mike, el CEO de DSC, cuenta en clave de humor las ventajas y beneficios de ser miembro del club.

El vídeo se hizo viral y en 48 horas recibieron 12.000 suscripciones. En noviembre de 2020, ese vídeo que había costado 4.000 pavos había acumulado 27 millones de visualizaciones.

 

 

¿Influencers? ¿Presupuesto? ¿Flipadas? No. Seguimos con la misma idea. Y una sonrisa.

 

A partir de ahí, Dollar Shave Club va como un tiro, consiguiendo en 2016 3,2 millones de suscriptores. De los cuales, el 20% son mujeres 🤷🏼‍♀️

Ese mismo año, Unilever compra la startup por 1 billón de dólares. Billetito sobre billetito.

 

A día de hoy, Dollar Shave Club sigue vendiendo cuchillas de afeitar, pero también desodorante, productos capilares, colonia, en fin, la gama completa de higiene y cuidado de la piel masculina y sus productos se distribuyen en retail, en la cadena de almacenes Walmart.

 

Su marketing sigue siendo divertido, disruptivo y provocador.

 

¿Con qué me quedo?

 

🐧 No somos Luke Skywalker. Ni Iron Man. Nuestra misión no es salvar la galaxia o el multiverso. Nuestra misión es quitarle problemas a nuestros clientes. Y ya está. A partir de ahí, si te molan los pingüinos, pues te acercas al zoo más cercano y les das migas de pan, que se van a poner súper contentos.

😂 Make them laugh. No hay nada malo en tomarse uno mismo a coña. Si consigues hacer sonreír a tu cliente, para empezar, no le aburres. Es decir, te colocas a kilómetros de tus competidores. Y si te sale bien, serás memorable. 

Primero al consumidor. Tu idea de negocio es coj***da. Muy bien. ¿Tu cliente piensa lo mismo? ¿Tienes mercado? ¿Has testeado que funciona antes de meter hasta el último euro que te dio la tía Julia por tu comunión?

🔥 Una web espectacular no convierte una idea de mierda en oro. Una idea espectacular puede convertir una web de mierda en oro.

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Foto de Helen Barth en Unsplash

Post Author: sandra

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