Yo nunca había comido tacos, hasta hace un par de semanas, que fui a una taquería. Flipé. Así que cuando en Netflix vi una serie sobre el taco, allá que me lancé. “Las Crónicas del Taco” no hablan sólo de comida. Hablan también de los taqueros y de sus clientes. Y porqué, de entre los miles, puede que millones, de taqueros que hay en México, hay negocios que destacan entre los demás. Vamos, que de coña me encontré con unos súper valiosos insights, que todo buen marketero, copywriter o emprendedor debería llevar tatuado cual amor de madre.
¿Has probado la cocina mexicana? Si has ido un par de veces al Taco Bell, NO la has probado. La gastronomía mexicana está reconocida desde el 2010 por la UNESCO, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Es una fusión de herencia pre-colombina y tradiciones gastronómicas de todas las culturas, empezando por la española, que a través de los siglos han ido conformando lo que es México hoy en día. Y el taco es el rey de esa fusión.
#1. Qué bueno, carnal.
La mayoría de los taqueros que aparecen en la serie no tienen redes sociales, ni web, y aunque esto sea tirarme piedras a mi propia tejado, no creo que inviertan un pinche peso en marketing.
No. Los taqueros centran todo su esfuerzo en satisfacer la primera exigencia de sus clientes: que el taco esté rico. Es decir, se preocupan por hacer el mejor producto posible cuidando hasta el mínimo detalle: desde la tortilla, pasando por el relleno, los condimentos y las salsas. Todo tiene que estar bueno, para que el producto sea el mejor. Porque si haces un buen producto, los clientes vendrán. Y repetirán.
#2. Está padrísimo.
Diversificar es una buena estrategia, si tienes los medios y el tamaño para llevarla a cabo. Pero si tu negocio es pequeño, o estás empezando, céntrate en una sola cosa. Y de eso, sé el fucking máster and commander.
Hay una taquería especializada en tacos de barbacoa, su relleno es carne cocinada durante varias horas en unos hornos enterrados en la tierra, algo que ya hacían los aztecas. La gente se levanta a las 6:00 de la mañana y hace dos horas de carretera para poder estar a las 8:00, que es cuando abren, y pedir los tacos. Y aunque ofrecen otros tacos, son famosos por ESE taco. El de barbacoa.
#3. Los tacos de canasta.
El taco de canasta es el más humilde y económico. Lo sirven vendedores ambulantes que van en bicicleta repartiendo por toda la ciudad. Es prácticamente un servicio a domicilio. El cliente no va a buscar al taco de canasta, el taco de canasta llega hasta su cliente. Literalmente.
Tu cliente es exactamente igual. Entre todos los que le ofrezcan un mismo producto con una misma calidad, eligirá aquel cuyo proceso de compra es más sencillo y ofrece más facilidades. ¿Ese eres tú?
#4. Como los de la abuela.
Uno de los insights que más repiten los clientes de las taquerías es que son los tacos de verdad, los que se hacen según recetas y tradiciones de toda la vida, LOS AUTÉNTICOS.
Ser auténtico no significa ser único. Ni original. Ser auténtico es ser fiel a tus valores, a la cultura e identidad de tu negocio. Hay veces que en una búsqueda desesperada por destacar, por ser diferente, o por igualar algo que hace la competencia, se pierde la autenticidad. No lo hagas, guey. Ser tú mismo es una inversión en marca que no te cuesta dinero y cuyo retorno es de por vida.
#5. Esta es mi taquería.
NO HAY EXCUSAS. No tienes que ser Apple para crear una experiencia de cliente alucinante, de hecho, no tienes que “crear” una experiencia de cliente. Porque esa experiencia es inherente a tu negocio.
Puedes vender tacos de canasta en una bicicleta, o puedes tener un puesto de tacos en un mercado, o puedes ser un restaurante de tacos famoso en Los Angeles. Cada negocio tiene una experiencia de cliente diferente, pero no por ello menos valiosa.
La clave está en la pregunta, ¿Cómo puedo satisfacer a mi cliente?
En el caso del taco de canasta, que el vendedor llegue donde está su cliente, que el taco esté calentito y rico, que te lo sirva rápido y que sea barato. ¿Hace feliz a su cliente? ¿Cumple sus expectativas? ¿Se queda el cliente con ganas de más? Totalmente.
Sea cual sea tu negocio, la experiencia de cliente está ahí. Sólo hay que trabajarla. Y si no sabes cómo hacerlo, pues aquí me tienes 🙂
#6. Sin tortilla, no hay taco.
Sin una buena tortilla, no hay taco. Aunque tu relleno sea el mejor del mundo, aunque tus salsas piquen como el demonio. Sin tortilla, no hay nada que hacer. Pues bien, tus clientes son como la tortilla al taco. La base de todo. Cuídalos. Mímalos.
Y ni se te ocurra dejar de prestar un servicio, o hacerlo mal porque estás a la caza de otro cliente. Conseguir nuevos clientes no es excusa para olvidar, dejar en la estacada o no hacer caso a los que ya tienes.
#7. La tripa, lo más rico.
El taco de barbacoa se hace con carne de cordero. Y se ponen en el horno diversas partes del bicho, entre ellas el costillar, la pierna, la paletilla y también la tripa. Así, como suena. La tripa.
Debo confesar que cuando lo vi, no pude evitar hacer un ligero gesto de repugnancia. No me llevo con la casquería. Pero cuál no sería mi sorpresa cuando empiezo a escuchar los testimonios, y lo que más gusta a los clientes no son las piezas “nobles” como las chuletas, sino la tripa.
¿Moraleja? En la vida le daría yo a un cliente mío casquería, le daría lo mejor del asado. Lo que yo creo que es lo mejor. Pero ¿es eso lo que el cliente quiere? Escucha a tus clientes. Lo que les gusta, lo que necesitan, lo que desean. ¿Está alineado con lo que hace tu empresa?
#8. 76 años y los que nos quedan.
Hay taquerías que llevan 50 años funcionando. Hay una que lleva 76. Poca broma, para que un negocio se sostenga 76 años, es que su producto, además de ser realmente bueno, gusta, a pesar de las modas y los vaivenes innovadores.
Coleguis marketeros y copywriters: Que el growth hacking, el big data, el social selling y demás, está muy bien. Pero si tu cliente es una tintorería, pues a lo mejor una campaña bien hecha de buzoneo con un cupón de descuento de los de toda la vida, funciona a la mil maravillas.
No dejemos las herramientas del marketing tradicional como algo propio de dinosaurios. Funcionaron, funcionan y funcionarán siempre.
#9. Vamos a chingarnos unos tacos.
Una de las cosas que me llamaron especialmente la atención, es que taqueros, clientes, chefs y en general todo el que sale en la pinche serie, habla del taco con verdadera reverencia.
Como algo que les define, propio de su cultura, de su familia, de su cotidianidad, de su historia y de sus fiestas. Cultiva la cultura de tu empresa con el mismo amor y devoción.
Venera tu marca y tu negocio con esa misma pasión y dedicación. Y verás que lo contagiarás, no ya a tus trabajadores, sino a todos tus stakeholders, como “Las Crónicas del Taco” contagian las ganas de jartarte a tacos hasta que no puedas más. Ándale.
Órale compadre, si te gusta, comparte. Y me harás igual de feliz que un taco de carnitas.